Como nos gusta rescatar la historia, os contamos que antaño para las celebraciones de la primera Comunión, tras la ceremonia religiosa, las familias pudientes volvían a sus hogares para celebrar el acto y agasajaban a sus invitados con un buen desayuno compuesto por chocolate, dulces y bizcochos. En el caso de los niños muy pobres, eran los colegios u otras instituciones similares, los encargados de preparar el consabido desayuno con chocolate y bizcochos.
Finalizada la francachela, los niños y niñas acompañados de sus padres, iban a visitar a aquellos familiares que no habían asistido y como contrapartida recibían un presente económico que metían en su limosnera y ellos por su parte les obsequiaban con un recordatorio.
La primera Comunión en la actualidad y en la medida de lo posible según los bolsillos de cada hogar, sigue tratándose de un evento familiar en el que mantenemos la tradición de vestir a nuestros niños y niñas con las mejores galas, la comilona está asegurada, carteles, etiquetas, globos, animación, el mago y regalos y más regalos, ¡Ufff que mareo!
En Muñecas a todo trapo, queremos sugeriros un regalo de Comunión que vuestras niñas podrán conservar toda la vida y les hará recordar aquel día tan especial…. Nuestras muñecas de Comunión, La Buñuela Comunión en blanca y negra y ahora también la última incorporación, la muñeca Anekke Comunión.
Leave a Reply Cancel Reply